sábado, 31 de mayo de 2014

Desesperación

Hablar un idioma que nadie conoce.
Interpretar como nadie lo escuchado.
Perderse, adelantarse, dirigir por otros derroteros.

Mirar alrededor y no ver a nadie,
nadie que entienda, ni comprenda,
nadie que hable el mismo lenguaje.

Me pregunto que significa tanto desconcierto,
tanto surrealismo, tanto disparate.
Me pregunto... pero nadie responde.

El dolor es descarnado, el silencio claustrofóbico y
la vida un sinsentido desgarrador que deja al rojo vivo el alma.

Nadie. Nada. Soledad, siempre tú.
Condena terrible a la que me siento encadenada.

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