sábado, 31 de mayo de 2014

Desesperación

Hablar un idioma que nadie conoce.
Interpretar como nadie lo escuchado.
Perderse, adelantarse, dirigir por otros derroteros.

Mirar alrededor y no ver a nadie,
nadie que entienda, ni comprenda,
nadie que hable el mismo lenguaje.

Me pregunto que significa tanto desconcierto,
tanto surrealismo, tanto disparate.
Me pregunto... pero nadie responde.

El dolor es descarnado, el silencio claustrofóbico y
la vida un sinsentido desgarrador que deja al rojo vivo el alma.

Nadie. Nada. Soledad, siempre tú.
Condena terrible a la que me siento encadenada.

domingo, 25 de mayo de 2014

EL ALMENDRO EN FLOR


Ella. En la madurez se aferra a una vida sencilla y solitaria, pero no carente de días de sol y alegría. Como sombra, él, la rodea con sus brazos transparentes, invisibles a los ojos ajenos, dándole protección y abrigo.

Él se introduce en su coche. Ella no se sabe acompañada. Van juntos en este viaje, pero no es el primero, ha habido otros, quizás muchos... Al final del trayecto, él no le deja cerrar las puertas. Ella se enfada, quiere abandonarle, perderle. No entiende porque la sigue.

Mientras ella prepara la cena, su sombra, detrás de ella sin abandonarla ni sólo instante, vela por acercarle la rama del almendro en flor. Ella le sabe, él sigue con ella, incansable, con infatigable paciencia. Cálidamente la rodea con sus brazos, facilitándole los frutos de la alta rama, del hermoso árbol que se encuentra detrás de ellos. La comunión se hace posible.

Por: Isabel Comes

MI NOMADISMO ESTÁTICO


No es mala idea ... ir de sitio en sitio, buscando el que todavía no es mi lugar.
No es mala idea que el mundo sea mi único hogar.

¿Qué sería del mundo sin lugares que descubrir, sin personas ni culturas que conocer, ni retos que superar?

No se trata sólo de subir cimas, de entrar trazando caminos en oscuras cuevas sitas en las entrañas palpitantes de la tierra, ni tan siquiera de cruzar a nado vastas cantidades de mar ... siempre buscando la movilidad de un punto geográfico a otro. Yo también lo hago, sin apenas ser consciente de tan idealizadas travesías. Las mías, mis experiencias, siendo más vitales que espaciales.

La noción del espacio físico rebasa sus límites, cuando uno toma consciencia de las heroicidades cotidianas a las que se enfrenta.

No... no es mala idea descubrirse y saber todo lo que uno es capaz de hacer en el más cotidiano de los días.

Por: Isabel Comes